Toluca, México, 08 de enero de 2015.
En la mayoría de los hogares de Latinoamérica y España, cada 6 de enero se tiene la costumbre de comer una “Rosca de Reyes”, la cual en México resulta ser más tradicional que el pan de muerto, pues se vende más, al ser más familiar la celebración de sentarse en la mesa y comer una rebanada, en espera de que a alguien le salga el “Niño Dios”.
En el país, la “Rosca de Reyes” llegó en el siglo XVI proveniente de España, costumbre heredada de los romanos a los países europeos, pues según la historia surge cuando Herodes, al enterarse de que había nacido el Rey que todos esperaban, tuvo miedo de perder su poder y mandó matar a todos los niños menores de dos años, por lo que María y José huyeron hacia Egipto, y lograron salvarlo, mientras familias escondían a los bebés en tinajas de harina.
Después de esto, los judíos solían comer pan de ázimo cada 6 de enero con un muñeco de barro escondido para recordar el suceso, por lo que algunos cristianos se inspiraron en esta tradición y la mezclaron con la historia del recorrido de los Reyes Magos, además al pan le dieron forma de rosca, que simboliza el amor eterno de Dios, y la adornaron con frutas, azúcar y nueces, que representan las joyas que los Reyes ofrecieron a Jesús al nacer.
Sin embargo, en México se tiene la costumbre de que quien encuentra la figura del niño Jesús, debe cuidarlo hasta el 2 de febrero, Día de la Candelaria, fecha en que lo vestirá para presentarlo en la Iglesia; asimismo esta persona se dice, dará los tamales para celebrar el bautizo del hijo de Dios. Sin duda, una linda tradición que no se debe perder y qué mejor que acompañarla con un rico chocolate para combatir el frío.