Toluca, Estado de México, 17 de agosto de 2019.
Conocer detalles de la vida de los artistas que han escrito la historia del arte de nuestra entidad, genera curiosidad y sensibiliza la perspectiva de su obra, ya que se conoce al ser humano detrás de las pinturas que han dado la vuelta al mundo.
Así quedó de manifiesto en la charla “Leopoldo Flores entre amigos”, presidida por Germán Garciamoreno Beltrán, Juan Luis Díaz Nieto y Marco Antonio Morales, tres entrañables amigos del extinto artista mexiquense, en el marco de la exposición “Leopoldo Flores. Hombre Universal”, que se encuentra en el Museo de Bellas Artes.
A través de anécdotas y comentarios, cada uno de ellos platicaron al público diferentes momentos que compartieron con el pintor, originario de Tenancingo.
Garciamoreno comenzó haciendo un viaje por la infancia de este artista, quien señaló que, desde pequeño, Leopoldo le parecía un gran genio, ya que mientras ambos estaban jugando con la pelota, como la mayoría de los niños, repentinamente Leopoldo se hacía de lápiz y papel para comenzar a dibujar cosas de su entorno, demostrando mayor interés por dibujar que por jugar.
Agregó sentirse afortunado de la amistad que lo unía con este gran ser humano y mostró al público el primer regalo que recibió de su amigo Flores: un cuadro titulado “Racismo”.
También relató la emoción y el entusiasmo que compartían cuando el artista creaba el “Hombre Sol”, una de sus obras más conocidas, ya que él fue testigo de tal proceso.
Posteriormente, Juan Luis Díaz se refirió a los viajes que realizó con su amigo Leopoldo a lugares como Portugal, España y en especial Francia, donde vivieron por una temporada.
Este hecho, dijo, les permitió fortalecer su amistad y aprender sobre la pintura y el arte del lugar; también mencionó algunos romances y aventuras que fueron parte de su andar por aquellos países.
Marco Antonio Morales relató un pasaje curioso cuando conoció a “Polo”, como él le decía. Él estaba a cargo de un grupo de teatro en la Universidad y un día recibió la visita de este pintor, quien pidió de su ayuda para realizar un evento de protesta por lo que estaba sucediendo en Vietnam.
Acordaron que una manera de demostrar su inconformidad sería quemando algunas de sus pinturas, así como obras que Morales había escrito, hecho que, en su momento, causó gran sorpresa entre las y los alumnos, pero también un gran sentimiento de solidaridad, comentó.
Otro de los momentos que recordó al lado de este personaje, fue cuando el presidente López Portillo felicitó a “Polo”, por su obra “Cosmovitral”.
Con una expresión de tristeza también recordó la última visita de su gran amigo a su casa, en donde se despedía de él señalando que presentía su muerte.