Toluca, México, 16 de diciembre de 2014.
Las típicas posadas en el país datan del periodo colonial en los templos agustinos con el fin de evangelizar a los indígenas, hoy en día es una representación del peregrinar de María y José antes del nacimiento de Jesús. Por lo que México es la única nación que lleva a cabo esta celebración previa a la Navidad, con un significado litúrgico e histórico, donde predominan los cánticos, música y comida.
Hay que recordar que comienzan en el episodio bíblico en que la Virgen María, encinta con el hijo de Dios, y su esposo José tienen que trasladarse de Nazaret hasta Belén y así empadronarse ante el censo ordenado por el emperador romano César Augusto, por lo que al llegar a su lugar de origen piden posada en diversos hogares, pero les niegan el alojamiento, y es cuando surge el Nacimiento del Niño Jesús en el pesebre de un establo.
Sin embargo, en el sentido de la celebración, las posadas simbolizan las nueve fiestas de carácter religioso que tradicionalmente se organizan en el país del 16 al 24 de diciembre, y en las que se recuerda ese peregrinaje, donde se pide perdón a Dios por las faltas cometidas, a través de letanías y la lectura del rosario.
De este modo, estas festividades son acompañadas por piñatas, las cuales significan los siete pecados originales en forma de picos que, al pegarles y destruirlos, denotan el alcanzar la gracia, misma que representa la colación que cae de la piñata. Por ello, este tipo de festejos son parte del imaginario mexicano y forman parte de una tradición digna de recordar y preservar.