Amamantar permite aumentar el vínculo emocional con el bebé y se asocia con la disminución de enfermedades crónico-degenerativas en la madre, como diabetes, cáncer de mama y ovario.
Entre otros beneficios se encuentra el de favorecer la alineación dental, ya que la succión del seno materno que realiza el bebé ayuda a que la mandíbula se alinee, también ayuda a desarrollar el mecanismo del apetito y saciedad dentro de las primeras semanas de alimentación.
La leche humana contiene componentes como agua, proteínas, carbohidratos, grasas, minerales y vitaminas, mediante los cuales se obtienen nutrientes y anticuerpos necesarios para el fortalecimiento inmunológico, crecimiento y desarrollo saludable en neonatos. Además, disminuye los casos de enfermedades crónico-degenerativas como es la diabetes, obesidad, asma y leucemia.
La Organización Mundial de la Salud advierte que cualquier otro alimento que no sea leche materna (agua, jugo o té), puede estar contaminado y pone en riesgo al bebé de infecciones, diarrea y desnutrición. Por lo anterior, recomienda que no se ingieran otro tipo de líquidos incluso en climas calurosos.