Tlalnepantla, Estado de México, 7 de agosto de 2018.
Dado que varias enfermedades que sufren actualmente los trabajadores no se encuentran inscritas en la Tabla de Enfermedades de Trabajo y la Tabla de Evaluación de Incapacidades Permanentes del IMSS, y por ello quedan desprotegidos, es necesario actualizar dichos documentos, destacó el Secretario del Trabajo, Ignacio Rubí Salazar.
Durante la inauguración de la 10ª Jornada Nacional de Prevención de Adicciones de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), agregó que si se quiere incidir de manera efectiva en la reducción de enfermedades y accidentes de trabajo, es necesario actualizar la Tabla de Enfermedades y la Tabla de Evaluación de Incapacidades Permanentes del IMSS, que datan del primero de abril de 1970, es decir, de hace medio siglo.
“Sólo porque no están consignadas las enfermedades que llegan a padecer los trabajadores, posteriormente, cuando pretenden que la seguridad social los proteja, en términos de atención a la salud, como en términos de prestaciones económicas, simple y sencillamente por no estar escrita la enfermedad en una tabla, finalmente quedan en el desamparo y en la desprotección”.
El titular de la Secretaría del Trabajo destacó que los procesos productivos exponen a los trabajadores a riesgos que anteriormente no se conocían, específicamente a agentes físicos, químicos y bilógicos, además de factores de riesgo psicosocial y ergonómico que provocan nuevas enfermedades y accidentes.
Para combatir este problema, explicó que “el Gobierno de Alfredo Del Mazo Maza promueve en los centros laborales el Programa de Bienestar Emocional y Desarrollo Humano en el Trabajo (PRONABET) y la metodología SOLVE de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que fomentan la salud en el lugar de trabajo, y la prevención del estrés, alcohol, drogas, violencia y enfermedades sexuales, entre otros problemas sociales”.
Durante el evento, en el que se contó con la presencia del Secretario General de la CROC en el Estado de México, Noé Mario Moreno Carbajal y de la Coordinadora del Programa del Combate a las adicciones de la CROC, Juanita Hernández Vital, explicó que las jornadas nacionales de Prevención de Adicciones sirven para desalentar el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas en los centros de trabajo.
Informó que el año pasado se llegó a 150 mil personas impactadas en todo el país, y el reto de este año es llegar a 200 mil trabajadores y sus familias, para que reciban esta información, porque las adicciones no sólo generan problemas para el trabajador o la empresa, sino también para su entorno más cercano.
“El objetivo es salvar vidas, encaminarlas y encauzarlas, decirle a los trabajadores a dónde pueden acudir, dónde pueden canalizar a aquel familiar que tiene el problema, porque no debemos ser ajenos a ello”, indicó.