Almoloya de Juárez, México.- 28 de noviembre de 2017.
La vida de “Paco” y “Juan” cambió radicalmente en el último año. Tras ser detenidos en hechos distintos, acusados por delitos contra la salud en la modalidad de posesión simple, ambos encararon la disyuntiva de enfrentar consecuencias penales o iniciar un tratamiento de rehabilitación para superar su dependencia a drogas y alcohol.
Un año después, los dos tienen la oportunidad de empezar de nuevo, pues se graduaron de su proceso de rehabilitación en el Tribunal de Tratamiento de Adicciones. Este programa permite que personas que cometen delitos no graves bajo el influjo de las drogas sean evaluados por abogados del Instituto de la Defensoría Pública de la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos, por el Ministerio Público de la FGJEM, por psicólogos y trabajadores sociales de la Secretaría de Salud y por un juez del Tribunal de Tratamiento de Adicciones para determinar si es viable la solicitud de suspensión condicional del procedimiento a prueba para personas que presentan abuso y dependencia a sustancias psicoactivas.
Guadalupe Ruiz, directora del Instituto de la Defensoría Pública, explicó que una vez que se aprueba la solicitud, los imputados deben cumplir con la condición de completar su tratamiento. A cambio, son liberados sin antecedentes. Cabe señalar que, este método, contemplado en el nuevo sistema de justicia penal, ha sido impulsado de manera coordinada con el Gobierno federal. Por lo que este mecanismo ha atraído la atención de instancias internacionales que acuden a observarlo para replicarlo en países como Argentina.
Por lo que, “Paco” y “Juan” cumplieron 12 meses de abstinencia de consumo de sustancias tóxicas y tienen ahora la mira puesta en el futuro.
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