• Imaginan niñas y niños en el Estadio “Hugo Sánchez”, de Cuautitlán Izcalli, que algún día serán futbolistas reconocidos mundialmente.
• Son Yanín y Rodrigo jóvenes atletas con discapacidad que están cumpliendo sus sueños de ganar competencias para convertirse en deportistas paralímpicos.
• Disfruta exmarchista olímpico Pablo Colín, entrenar, compartir experiencia e impulsar a niños y jóvenes.
Cuautitlán Izcalli, Estado de México, 26 de marzo de 2023. Con un gran barullo, exclamaciones de admiración, risas, emoción y a toda prisa, un grupo de niños de primaria que practican futbol en su colegio, entran corriendo a los vestidores del estadio “Hugo Sánchez”, un espacio deportivo público en Cuautitlán Izcalli, que el Gobierno de Alfredo Del Mazo Maza modernizó con la estrategia “Vive tu Comunidad”.
Niñas y niños ocupan un lugar en los espacios individuales de una madera bien cuidada, con un asiento forrado y un gancho del que ya cuelgan algunas gorras de esta veintena de chicos, quienes instalados cómodamente aseguran que algún día vivirán las mismas emociones y glorias de sus ídolos deportivos: Cristiano Ronaldo y Lionel Messi.
Un silbato en el centro de la cancha les indica que es hora de trabajar por sus sueños y corren a la salida, por la puerta que da al centro del estadio donde salen en una formación que los hace imaginar que van a jugar un partido mundialista. Sus padres, estratégicamente ubicados en el área de las bancas, los animan.
En septiembre del año pasado iniciaron las historias de deportistas locales que, si bien ya conocían el estadio, coinciden en que no estaba en las mejores condiciones para entrenar o competir, pero ahora es un escenario funcional que les ayuda a prepararse para alcanzar sus metas de participar en los mundiales de atletismo y los paralímpicos.
“Antes estaba muy descuidado, antes nadie se metía, entonces ahorita que ya lo arreglaron pues está muy padre ya, muy bonito. Mi gran sueño es siempre llegar a los mundiales, competir un día y ser reconocida, algo padre, algo grande. Siempre que me imagino algo, me lo imagino a lo grande”, exclama Yanín Raymundo, atleta de 15 años de edad que practica lanzamiento de disco, bala y jabalina, también el basquetbol en silla de ruedas, campeona nacional en ambas disciplinas.
“Son muy buenas, además de que el campo se puede decir que está nuevo, es muy bonito entrenar aquí porque es al aire libre, más espacio, uno se desenvuelve más, además sirve como ensayo directo, digamos, para una competencia”, afirma Rodrigo Rodríguez, atleta de 19 años de edad, quien ya conoce las exigencias de unos nacionales y cuya meta es viajar a las justas internacionales para deportistas con discapacidad.
Una de las principales características de los espacios públicos “Vive tu Comunidad” es la inclusión, las rampas y andadores facilitan no sólo las actividades deportivas, también las gradas son escenarios de fiesta y festejo por los triunfos, son sitios donde caben todos, familiares, amigos, vecinos, con sillas de ruedas y carriolas.
Este tipo de infraestructura también permite a quienes alcanzaron importantes metas deportivas, seguir cosechando triunfos personales al compartir sus experiencias con los más jóvenes, como es el caso del exmarchista olímpico Pablo Colín, quien a sus 86 años de edad sigue entrenando principalmente a los niños que, como él, sueñan con asistir a unos juegos olímpicos.
“A todos les da gusto tener una pista sintética, no la de tierra, ahí hasta los tenis había que lavarlos diario”, comenta este atleta nacido en Pachuca, Hidalgo, pero radicado en Cuautitlán Izcalli desde hace más de 24 años, al recordar sus tiempos de entrenamiento que lo llevaron a participar en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 y a retirarse de toda actividad deportiva, como árbitro internacional y entrenador, en Sidney 2000.
El ejemplo del Profe Colín, como le dicen de cariño, y los relatos que hace sobre su compañero medallista de la plata olímpica, José “Sargento” Pedraza, inspira a los niños y a sus madres, a su propia nieta, quienes aprovechan el acceso a una pista de atletismo para entrenar juntos.
“Yo creo que ayuda mucho todo esto porque le da vida al municipio. En la mañana que tengo gente adulta vienen de varias partes de aquí de Izcalli y en la tarde se pone bonito esto con los niños, que a mí, en lo personal, me gusta trabajar más con los niños”, dice con humildad, pero sabiendo que en un lugar adecuado como el estadio “Hugo Sánchez”, con un entrenador como él y con las ganas de triunfar de los jóvenes mexiquenses, pueden surgir atletas como él o del tamaño de su propio entrenador, el legendario marchista polaco Jerzy Hausleber.