Toluca, México, 25 de julio de 2017.
Cada año, unas 40 personas con deformidad dentofacial, como quijada pronunciada, recobran su seguridad y su confianza al cambiar su apariencia estética y mejorar su habla con las cirugías que realizan especialistas del Centro Médico “Adolfo López Mateos” del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM).
Gerardo Guadarrama, médico adscrito al servicio de cirugía maxilofacial de este centro médico, señaló que si bien estas deformidades producen dolor en la articulación temporomandibular, las personas recurren a la cirugía de corrección por cuestiones estéticas, pues en la mayoría de los casos son sujetos de apodos y bromas. El proceso quirúrgico tiene un alto grado de complejidad, pues dependiendo del caso, los cirujanos maxilofaciales deben mover la mandíbula, el maxilar o ambos, ya que las anomalías en la cara pueden ser diversas.
Mencionó que quienes son sometidos a este tipo de operaciones permanecen hospitalizados un día para el control del dolor post operatorio que no se considera grave, y después de dos semanas están en condiciones de regresar a sus actividades normales.
Los problemas de quijada pronunciada o progmatismo mandibular pueden desarrollarse por diversos factores; en niños por la mala alineación de los dientes es consecuencia del uso de chupones, el hábito de chuparse el dedo o por mal desarrollo dentario. Desde el punto de vista médico, si este problema no se trata, puede repercutir seriamente en la articulación temporomandibular, pero si es detectado durante la niñez, este problema puede corregirse con ortopedia maxilofacial.