Tecámac, Estado de México, 7 de julio de 2019.
Con plena satisfacción y orgullo en el rostro, Alicia Santillán Alvarado, rescatista de la Coordinación General de Protección Civil estatal, demuestra, todos los días, que pese a los riesgos físicos y psicológicos a los que se exponen ella y sus compañeros, no hay sentimiento más reconfortante que ayudar a la gente que se encuentra en peligro.
“Salvar vidas ha sido para mí reconfortante, porque no solamente me satisface, sino que tengo la oportunidad al día de hoy de decir ‘gracias, he podido apoyar alguien que lo necesita’”, comenta desde el Centro de Investigación, Capacitación y Adiestramiento de Tecámac, donde participa activamente en los cursos que ahí se brindan en diversas áreas de Protección Civil.
Originaria del municipio de Tecámac, con experiencia dentro de un grupo de rescate en alta montaña y 13 años de servicio en la corporación, Ali, como le dicen sus colegas, se muestra entusiasmada y solidaria en cada acción que emprende, con el único objetivo de llevar a cabo su tarea y, lo más importante para ella: salvar a quienes enfrentan algún riesgo.
Como mujer, Alicia se dice afortunada de pertenecer a un grupo de emergencias porque en esta área hay muy pocas como ella. Por lo mismo, asegura, se siente capaz de dar todo su empeño para llevar a cabo su peligrosa, pero activa labor.
“En esta área hay pocas mujeres, pero qué bueno que nos están dando la oportunidad de decir yo también puedo, yo también soy, y aquí estamos”, externa la rescatista adscrita al Centro Regional Valle de Chalco.
“La protección civil es básica, es importante porque no solamente nos dedicamos a las emergencias, sino lo primordial, lo básico es la prevención”, señala.
Como madre de familia y abuela de dos pequeñas que se sienten orgullosas del trabajo que desempeña, Ali expresa que cada una de las emergencias es diferente, pero por ese motivo, cada una de esas necesidades son prioritarias.
La rescatista mexiquense hace un llamado no sólo a la capacitación en materia de protección civil, sino a promover que en todas las personas nazca el interés de proteger a los suyos, de prevenir y ser solidarios con los semejantes.
Los constantes peligros de la vida cotidiana han conducido a que los servicios de emergencias, tanto de los rescatistas como los bomberos, tengan que desarrollar habilidades de salvamento cada vez más especializadas, lo que implica mayor preparación tanto técnica, como psicológica.
Es por ello que el Centro de Investigación, Capacitación y Adiestramiento de Tecámac inició operaciones en enero de este año, abriendo sus puertas a rescatistas, bomberos, elementos de protección civil municipal y estatal, además de personal de empresas privadas, entre otros.
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